lunes, 12 de octubre de 2015

JOÃO LUÍS BARRETO GUIMARÃES, Você está aqui, Quetzal Editores, 2013


El viajero auténtico llega a confundir la partida con la llegada, porque su auténtico hogar, su nación, es el viaje mismo; por eso añoramos los pasos perdidos, los cansancios y los cuidados sufridos en estaciones, caminos y ciudades desconocidas. La paradoja del turista (una de las reflexiones que suscita la sorprendente realidad observada en el recorrido) se condensa en el extrañamiento que, a la vuelta, produce lo cotidiano. Una extrañeza en la que redunda la peculiar ruptura versal y los abruptos paréntesis reflexivos que abren un nuevo nivel de comprensión, una nueva línea de conciencia en cada poema de este libro. El viajero precisa perderse, más que localizarse, diga lo que diga el mapa turístico y su flecha indicadora (¿Vd. se encuentra aquí?) porque estamos ansiosos de novedad, de situaciones que nos obliguen a salir de lo acostumbrado, que nos obligan a encontrarnos. Supongo que es esa la razón por la que Você está aqui se estructura en dos partes: Partidas y Chegadas. Ambas partes encauzan al lector con sendas citas complementarias del poeta checo Miroslaw Holub en la extraña relación que la vida y el pensamiento plantea: "There's nothing in the mind that hasn't been in life" y "There's nothing in life that hasn't been in the mind" respectivamente.

Partidas, la primera parte, con poemas inspirados en diferentes y conocidos destinos turísticos, desarrolla diversos contrastes vividos, las pruebas de Odiseo. El tiempo y la poesía protagonizan este bloque de poemas:

"Não se vence por inteiro quando o
tempo é o inimigo"



En Praga "a impostura do pó ... inflacionaba em olvido o custo da antigüidade" y llega a la conclusión de que comerciar con libros antiguos es "cometer heresia contra o / preço do passado"

La visión de Siena conduce a una conclusión metapoética: "Para qué  então um poema senão para testemunhar cada minuto". Más adelante encontramos más reflexiones poéticas: "Quanto vale a história no mercado da poesía?" (A preto e branco p. 21) El poema que no consiguió inspirar Dublín (condensado en un espacio en blanco con extensa y fecunda cita a pie de página) demuestra el carácter depredador de la poesía porque "há cidades que resistem à predaçao dos poetas", por lo que se entiende que el poeta viaja a la caza de piezas poéticas y, por tanto, como cazador, puede ser víctima de su territorio.

En Frankfurt, cerrando la primera parte, el poeta se compara con un monje, ambos en perpetuo tránsito "ele para a eternidade. Eu para a vida efémera". Contradice de esta manera el canon poético que cifra en la creación la puerta del Parnaso eterno, pero ahonda en el valor de aquello que no es reproducible, de todo lo que no se puede conservar, de todo lo efímero.

Chegadas, la segunda parte, desarrolla las reflexiones de este Ulises a su vuelta: su cotidianidad ha sido recuperada, pero la observa de manera diferente (desafiado y desafiante, escondido, contrastado). Comienza con un magnífico poema, Bagagem perdida, que tiene como motivo un descubrimiento accidental:

E

quando encontras no bolso do casaco das viagens

pequenos papéis esquecidos pelo gesto de

os reteres? Nao o fazes por acaso. Investes

na epifanía de veres regressar à mao

uma entrada...



Ese pequeño descubrimiento esconde tras la sorpresa una evidencia: la ilusoria evasión de la mediocridad que supuso aquel viaje:

..lesto

a nivelar por baixo. Chegam-te

vindos do nada quando já nada esperavas

(assim é este país

quando tornas de viagem:)

estás no carrossel dos días e

nunca mais é a tua mala

(nunca mais é

a tua mala) nunca mais

é a tua mala.



Llegan tarde, olvidados, como el equipaje perdido, (el paraíso) como las ilusiones que sin embargo arrastramos en nuestra maleta.

Esta segunda parte, Chegadas, parece ser protagonizada por las abundantes paradojas, ironías y contrastes cotidianos que se iluminan en sus poemas:

La conversación nocturna entre hombres vanidosos es una excusa para volver irónicamente al tópico (Investigações sobre o poder)

La entrevista escolar ( A directora... p. 41) "desvela o que encerra o instante: tantos anos distraídos en uma coisa não mudou o afã..."

Verdadeiros inimigos (p. 42) marca el descubrimiento de la madurez: es imposible ser neutral "ha muito que trato por tu a dúvida e a inquietação".

La superstición de la que es objeto la "Anedota do Menino Jesus" (p.43) provoca la ironía: "Que atire a primeira pedra quem nunca partiu um vidro".

No son las únicas paradojas que se ilustran en este libro: Los eufemismos ocultan la crueldad cotidiana (Canção do gato neutro, p.44); la violencia machista transforma un cáncer en benevolente solución (História clínica, p. 45); la envidia ahoga los elogios (p. 46); el tiempo se sumerge en el limbo (p.47) "inmune à fadiga de ser eterno" cuando en fin de año el reloj de la torre se retrasa un minuto; o bien el tiempo se amalgama en su fugacidad ("Abro presentes aos pés da árvore de Carnaval" p. 49).

Se cierra el libro con una nueva paradoja, Bicicleta para o infinito, (remarcado ya en las primeras páginas de esta cuidada edición) el fecundo paseo en bicicleta estática, síntoma de una edad,  juventud perdida, símbolo de una aspiración diferente, más allá del tópico de la vida como viaje, homo-viator, otro afán vital: la poesía.

"pedalo atrás deste manuscrito

(escrevo

rasuro

reparo) a meus pés

outro infinito"