Podemos leer interesantes
estudios sobre la poesía española a
través de las antologías. Todos conocemos grandes florilegios, desde el canon
de la Antología española.. de Gerardo
Diego, la Antología consultada 1957 de
Francisco Ribes, pasando por los Nueve
novísimos de Castellet , Poesía épica
española(1950-80) de Julio López, Florilegium,
poesía última española (1980) de Jongh Rossel, (por no cansar con
innumerables publicaciones que superan
el centenar a finales de siglo) para llegar a las más recientes Generación del 99 de J. L. García
Martín, La inteligencia y el hacha de
J. A de Villena, Ignacio Elguero... (Vd.
José Manuel López de Abiada en Actas
del XIII Congreso AIH, De cánones literarios y antologías poéticas o
Emili Bayo Las antologías y la poesía
española de posguerra, U. de Lleida) Algunas antologías fueron un
acercamiento, un testimonio de una época, otras mostraron un nuevo concepto de
poesía o anunciaron nuevos nombres, a veces se atrevieron a valorarlos; en
muchos casos (no sabemos hasta qué punto) dieron fe de una realidad o quizás crearon
una ficción; unas dejaron su huella metodológica o descubrieron escondidas
afinidades de nuevos creadores y, sin embargo,
otras crearon el fenómeno que querían observar. En todo caso constituyen
un medio de promoción y de crítica que a su vez es duramente criticado. No cabe
duda de que las antologías no dejan de ser un error necesario, un comprobante
de síntomas, tendencias; también un reto, una adivinanza del sentido de tantas
obras, una apuesta sobre cuáles serán poetas ciertos y cuáles se perderán (una adivinandanza), un atrevimiento, un
riesgo para el antologador y un adelanto del futuro canon.
José Luis Morante,
poeta cierto e incansable crítico, asume el peligro y descubre en Re-generación (Valparaíso ed. 2016) dentro
del amplísimo panorama actual una apreciable nómina de jóvenes poetas enlazados
con un sutil hilván:
-
Nacen entre 1980 y 1995, de veinte a treinta y cinco años en 2015.
-
Pueden ser considerados como nativos digitales, dueños de bitácoras,
colaboradores o editores de revistas en línea, con ediciones digitales y
dominios personales.
-
Están acostumbrados a la diversidad de la red, abiertos a nuevas propuestas.
-
Superan los monopolios estéticos. No tienen limitaciones programáticas.
-
Viven un contexto histórico de continua mutación. Crecieron con los primeros
pasos de la democracia y la bonanza económica que abonó en su contexto un
cierto conservadurismo triunfalista prontamente truncado con la crisis del
2008.
-
Atesoran una amplia formación universitaria.
-
Coinciden en algunos premios durante los momentos de expansión económica del
país. Después, durante la crisis, desaparecidas las ayudas institucionales,
encontrarán el apoyo de pequeñas editoriales, bitácoras y páginas web que en
muchos casos ellos mismos promueven.
- Su
devenir vital potencia su emancipación, su independencia.
Efectivamente, como afirma J. L. Morante, "la cosecha tecnológica está a la
vista... Falta por estudiar con distanciamiento y método cómo afecta a la
poesía como género y de qué modo influye en sus temas..." (p.12)
Los veinticuatro
poetas seleccionados son: Fernando Valverde (Granada), Rubén Martín Díaz
(Albacete), Pablo Núñez (Langreo), Francisco José Martínez Morán (Madrid),
Alejandra Vanessa (Córdoba), Javier Vela (Madrid), Verónica Aranda (Madrid),
José Alcaraz (Cartagena), María Alcantarilla (Sevilla), Ben Clark (Ibiza),
Pablo Fidalgo Lareo (Vigo), Elena Medel (Córdoba), Javier Vicedo Alós
(Castellón), Constantino Molina Monteagudo (Albacete), Marta Asunción Alonso
(Madrid), Aitor Francos (Bilbao), Rodrigo Olay (Noreña), Luna Miguel (Alcalá de
Henares), Diego Álvarez Miguel (Oviedo), Paula. Bozalongo (Granada), Javier
Temprado Blanquer (Albacete), Miguel Floriano (Oviedo), Elvira Sastre (Segovia) y Xaime Martínez (Oviedo). Sólo echo
de menos alguna aclaración sobre los criterios de selección, más allá de los
intuidos por los premios obtenidos por cada uno o de las editoriales que
comparten. Entre los lugares comunes encontramos premios como Adonáis, Hiperión, Antonio Machado, Loewe,
Emilio Prados, Ciudad de Córdoba, Ojo Crítico, Poesía joven de la RNE,...;
colectivos parcialmente comunes como La
Bella Varsovia, Cosmoanónimos...; revistas como Nayagua, Litoral, ExLibris, Anáfora, Clarín, Eñe, Barcarola,.. son recurrentes; y también son coincidentes sellos editoriales muy diversos
como La Bella Varsovia, Isla de Siltolá,
Renacimiento, Pre-textos, Valparaíso, ... además de las de los premios
citados. Podría ser interesante avalar claramente esa tendencia a la
diversidad.
Por poner algún
reparo, podemos decir que sabe a poco leer sólo cinco poemas de cada uno de los
seleccionados (aunque sea comprensible esta limitación) y que cabe corregir en una
próxima edición alguna errata disculpable.
La inspirada
introducción de José Luis Morante informa con amenidad, recrea con profunda y
poética erudición los datos esenciales de cada poeta (premios, publicaciones,
estilo) y consigue justificar el escondido nexo que los relaciona. Quizás pueda
parecernos paradójica la unión de estos veinticuatro poetas coetáneos, puesto
que sólo comparten su propia diversidad, esto es, el no acumular parecidos ni
pertenecer a escuelas; sin embargo debemos reconocer que, además de ser "nativos tecnológicos", desvelan
una esperanza: el abandono de gregarismos, la independencia y el rechazo de
dogmas. Regeneración, pues, nunca
mejor dicho en tiempos de crisis. Esperemos que sea cierta.
En fin, una obra más
que recomendable tanto para el curioso lector ocasional como para el que busca
una guía en el amplio y diverso panorama actual de la poesía española. Muchas
gracias, José Luis Morante por compartir tu sabiduría.
Auguro un largo
recorrido para esta valiente antología y para muchos de sus poetas.