Siempre he pensado que
en la actualidad vivimos en un nuevo Barroco, en una crisis perenne, una duda
constante entre la realidad y el sueño, lo verídico y lo virtual, la fe y la
razón, el derroche y la austeridad. El
arte de hoy en día, en su caótica y diversa acumulación, refleja estos debates con
la misma libertad con que los abordó en su siglo. Fuera del canon, aunque en
esta misma marea de complejidades crecientes, sin prejuicios, irónico, con
profundidad conceptista y demoledora, podemos disfrutar de la siempre sorprendente
poesía de Juan Bonilla como una herramienta reveladora que desenmascara los
excesos, los engaños y trampantojos de este neobarroco actual.
Hecho en falta antologa con nuevo
criterio los poemas de J. Bonilla desde 1994 (Partes de guerra, Pre-textos) hasta
el 2009 (Cháchara, Ed
Renacimiento) incluyendo algunos inéditos.
Aunque reformado en un solo volumen y escogidos sus poemas, se pueden rastrear
durante la lectura diferentes bloques o líneas temáticas que se suceden en el
siguiente orden:
- Los poemas que
abordan el misterio de la propia identidad, el yo (El espía, p.11), la conciencia,
la autoexigencia (Cuanto sé de mí,
p.14), a menudo afrontados con perspectiva paródica y crítica. Son reseñables
las referencias a Gil de Biedma (Niño
ciego p.22, No volveré a ser
joven..., p. 28) y a Pessoa (Epitafio
del enamorado, p.21 y Yo es otro,
p.24).
- Los versos que
plantean los grandes temas ontológicos, no sin concesiones al humor: Dios, (Epitafio del ateo, p.34), la muerte, el sentido (Cháchara, p.37) y la paradoja de vivir (La caracola, p.76), la consciencia (La manzana del mago, p.65) el devenir y su nostalgia (Cádiz, p.42), la soledad (Anfield Stadium, p.48) o el amor y la
comunicación (Pareja, p. 59). Entre
ellos destacan los poemas que plantean la hipocresía de la sociedad de consumo
(Fumar en Sarajevo, p.39 y Nadiuska, p.40).
- Las poesías que
ahondan en la angustia (Niño que aguanta
la risa p.93) el sentimiento de culpa (El
hijo que no tuve, p.95) y el desamparo (Canción
de auxilio, p.99) parecen cerrar de forma desesperanzada este bloque. La
autocrítica o la parodia del yo que
muestran los primeros poemas parece originar una línea que continúa con afán
iconoclasta cuando J. Bonilla habla con
ironía de otras realidades como la patria (Denominación de origen: extranjero, p.45) o cuando redunda en el
agnosticismo con que afronta la religión o la vida para llegar a este
desesperanzado momento.
- Composiciones
metapoéticas, donde se plantea la necesidad de una poesía que provoque
sensaciones y reacciones, (La ambición de Gottfried Benn, p.103 o Sueño de Maiakovski, p.105) la necesidad
de una poesía impura (De todos y de nadie,
p.108, con irónica cita de J.R. Jiménez).
Son abundantes las referencias literarias, desde Catulo a C. Peri Rossi,
pasando por Lope, ...y no siempre inocentes: Un reclamo para la curiosidad.
Más allá de los temas
planteados, lo que fascina en la obra de J. Bonilla son los procedimientos con
que reformula estos asuntos para
sorprender al lector a través del juego conceptista. El pathos, la divina locura, el asombro, desvelan un conocimiento
adormecido o meramente intuido en la mente de los lectores:
- Los registros populares, vulgares y escatológicos como las referencias
a los cientos de pajas motivadas por las fantasías provocadas por Nadiuska (p.
40), expresiones como las que a continuación saco de contexto (A la mujer que últimamente patrocina sus
pajas (p.119) que la verdad no es más
que un periódico de Murcia (p.52), con
la navaja de Okham quiero afeitarte el coño (p. 18) etc.) atrapan la
atención y embarcan al lector dentro del ámbito coloquial del sentido común de
lo cotidiano, de lo engañosamente superficial.
- La greguería:
En el tejado
la
pelota embarcada
sueña
un partido (p.
71)
Gracias por todos
los
años que me diste
aquella
noche (p.
92)
- El epitafio siempre sorprendente:
Si alguien quiere escribir mi biografía
no hay nada más sencillo:
dispone de dos fechas solamente. (p.21)
Con evidente mención a Pessoa:
Se depois de eu morrer, quiserem escrever a minha biografia,
Não há nada mais simples
Tem só duas datas — a da minha nascença e a da minha morte.
Entre uma e outra cousa todos os dias são meus...
Alberto Caeiro, en
"Poemas Inconjuntos"
- Paradojas como la
planteada en La Ouija (p.115) (Que se mueran los muertos... que no
nos llenen más con su vacío). La aparente contradicción entre heroicidad y
cotidianidad resuelta en Superhombre (p.61) o la que recuerda a Borges en
La caracola (p.76) También podemos comentar las demoledoras paradojas
que ahondan en el esfuerzo inútil de vivir: El viajero (p.44), Ventajas
de la ficción (p.46) Benarés (p.53)
- Sarcasmo, humor negro o hiriente: En el poema En resumen (p.120) desgrana las desventajas de diferentes formas de
suicidio para llegar a una conclusión Quizás
mejor vivir, ¿no te parece? Armaos los unos a los otros llega a decir en Catolicismo (p.35). Encontramos
abundantes casos de humor negro en los citados En resumen (p.120) La ouija
(p.115) o cualquiera de los epitafios, pero lo más significativo puede
encontrarse en las referencias con que
se ridiculiza a sí mismo, como en Hai-ku, un síntoma más de su
agnosticismo radical y de la perplejidad del artista ante el absurdo del mundo:
En todas partes esta sensación
de haberme presentado disfrazado a una fiesta de disfraces
que fue desconvocada sin que nadie me avisara. (p.27)
- Esperpento: Entendiéndolo como deformación significativa con
intención crítica podemos encontrarlo en Cordura
de Dios.., (p.33) con la que transcribe la oración. Hay más ejemplos.
-Paronomasias, calambures...: Los juegos de palabras deforman sus
referentes, encienden la inteligencia del lector, crean nuevos sentidos: Discogrescas (p.125), armaos los unos a los otros (p.35) Cartoon-piedra (p.46) om swet om (p. 30) L'amour la mugre (p. 87) y las conjugaciones de los verbos: vallejear, gildebiedmar o gamonear (p.125).
Con intención iconoclasta: Dios es uno y estress
(p.35) El mismo título del poemario (salvando la ortografía) plantea un
interesante calambur autodegradante de oscura intención.
- La sorpresa pura e inesperada: La
manzana del mago (p.65) es la exégesis de una epifanía; Última imagen de la destrucción (p.72) incluye
un último detalle demoledor. Siempre espera el lector el último verso revelador
que trastoca el sentido en cada una de las composiciones.
- Detallismo exagerado: Los poemas Oferta de empleo (p.73) y Cuanto
sé de mí (p.14) en su inesperado pormenor declaradamente prosaico quizás
ironizan sobre la sinceridad y la desnudez del poeta.
- La estética de lo cotidiano redunda en el recurso anterior: Oferta de empleo (p.73) En todas partes (p.12). Así se concluye
que el mundo es una plantación de versos.
- Contrastes: En Misión de las
estrellas (p. 82) se opone lo mejor y lo peor de la civilización a través
del tamiz de un hablante con una mirada concreta y nada idealizadora. Este quería ser un poema de amor (p.88)
relaciona las bolsas de basura como un indicio humorístico desmitificador. El Niño que se aguanta la risa (p.93)
contrasta con la angustia del forense que
descubre que ese cuerpo que ausculta es el suyo. Entre los contrastes más
dramáticos y sorprendentes por las referencias situacionales o la cita de
aquella actriz venida a menos encontramos Fumar
en Sarajevo (p.38) y Nadiuska (p.40),
en los que detalles cotidianos, ordinarios y escatológicos se funden con la
superficialidad del consumismo y su cruel imperio.
- Fusión de tiempos, espacios o perspectivas. Con Los camiones (p. 60) se funde el presente con el recuerdo; con Noticia
de sucesos (p.122) dos líneas, el privilegiado ciudadano y un emigrante
desesperado, víctima y verdugo unidos en un absurdo crimen.
- Degradación hiperbólica: La
Poética (p.102) transforma los versos en tos fingida que sólo busca oídos. Otro ejemplo lo tendríamos en las
comparaciones degradantes o inverosímiles de Cromo ultraísta (p.11)
Es uno de esos días tan oscuros en los que los suicidas
no necesitan una carta para justificarse
Un muchacho
con cara de balón al poste en los minutos de descuento
- La paráfrasis sorprendente, la traición de algún tópico:
En De todos y de nadie (p.108) contradice a
Juan Ramón Jiménez, traicionando el conocido poema con un vino primero oscura. Gil de Biedma es parafraseado en Niño ciego (p. 23)
que la vida no va en serio,
lo empezarás a comprender muy tarde
A Pessoa lo cita en el
comentado Epitafio del enamorado (p.21)
Maikovski (p.105) Catulo y otros poetas pueden ser rastreados también.
En cuanto a otros
tópicos, por citar algunos, el del libro que salvarías en una isla desierta se
soluciona brillantemente en Biblioteca
(p.112), como también el de Blade Runner
(p.121) o el del Superhombre
(p. 61)
- Referencias autocríticas y palinodias: Podemos encontrarlas en Balada baladí (p.118), prosonomasia que
introduce una rima deliberadamente humorística con fondo, La
señora gorda (p.113), autoironía entre el poeta visceral y el acomodado y
educado, y el palinódico Los poetas
malditos (p.125)
Es imposible agotar el
repertorio de recursos conceptistas, calambures, dilogías, deformaciones, ambigüedades,
etc.. con que J. Bonilla nos sorprende.
Queden aquí reseñadas sólo estas pocas.
Hecho en falta desvela la poética de la
inteligencia de J. Bonilla; descubre que el mundo es una plantación de versos (p.127): Merece la pena verlo
desentrañado en sus páginas como una invitación para hacer la cosecha y
desenmascararlo. Una poesía que, como soñaba Maiakovski, (p.105) sea útil y
provoque reacciones, o como proponía Gottfried Benn proponga pronunciar una verdad intolerable
(p.103) diciendo verdades como puños (p.106)
en la fe de que hay cosas que el dinero
no puede comprar (p.106). Esperemos que no cunda su silencio y que recupere
esa fe.
la ciega confianza en que escribir
es un modo de engrandecer la vida
la confianza ciega en que vivir
no es nada si luego no sirve para caer de bruces
en un poema (p.
126)