LA AVENTURA DE JOSÉ LUIS GARCÍA MARTÍN
Me reconozco en los rincones de La aventura de José Luis García Martín,
me sorprendo reflejado en sus poemas cuando mi intención era descubrir al
implacable crítico, vulnerable por fin; al cazador, por fin cazado. Pese a mi
"mala" fe encuentro aquí sinceros instantes, ideas felices, sutiles
hallazgos tamizados por la experiencia y, por supuesto, buenos poemas. No
podrás encontrar fuegos artificiales, ni sorpresas indescifrables. No hace
falta ser un erudito ni en la clásica ni en la más posmoderna de las ultimísimas
tendencias poéticas (figurativas o abstractas) para disfrutar de sus poemas, aunque
puedas sospechar o reconocer entre líneas el vasto caudal al que se suman sus
versos.
Quizás arrastrado por mi prevención
contra las antologías, (o porque soy un poeta frustrado), reconozco que busqué
alguna imperfección, algún tópico, un descuido, un verso mal medido..., pero
sólo conseguí entrar en la aventura y reconocerme, envidioso, entre sus
momentos, en la fascinante perspectiva a la que nos remolcan los recuerdos,
abriendo los mensajes que, sin enterarnos, nos enviamos nosotros mismos en el
pasado hasta este preciso instante. Muchos de sus poemas han sido para mí
cápsulas de tiempo que se ha desparramado con la lectura.
"Déjame que en las páginas de un
libro
sepulte un tesoro que no fue mío
y que alguien que fui yo un día lo
encuentre
y al leernos se lea en su ceniza"
Me encuentro con los mecanismos de la
memoria, ese artefacto que a veces sirve para abandonar el lastre de los
errores y de los olvidos o para torturarnos, una catarsis para la poesía:
"Cierro los ojos, arden las
palabras
la ropa sucia de mi vida arde..."
Vuelvo a descubrir que recuerdos y
versos son criaturas de la noche,
"son un poco de aire que atraviesa
los cielos/ (...)
no engañan jamás porque son de mentira
un poco de ruido que finge cosas bellas
falso soplo de Dios, aliento del
diablo."
En el fondo está la maravilla de poder
hacer presente "todo lo que ya no nos pertenece": la luz de una
mañana, el rumor del mar, los libros que te contaron su secreto, haber sido el
rey que la turba enfurecida en su terca sucesión de minutos va a destronar.
La fiesta ha terminado y esperas el
último invitado. Temes que no llegue, eres un viejo Odiseo. "Al fondo de
la casa una música de espectros" recuerda la invención de Morel, su náufrago voluntario ante el
agua lustral de la misteriosa piscina inalcanzable, perdida en una noche de
verano. "Aún puedo oír sus voces", las de la aventura fascinante de la vida y las de la lectura que recomiendo:
"Qué hermosos los ecos de la fiesta
mientras avanzo hacia la noche sola
y allá tras los árboles la noche se hace
mar
más negro aun que la noche"
JOSÉ LUIS GARCÍA MARTÍN, La aventura, Antología poética, Ed
Renacimiento, 2011, con magnífica introducción de Rosa Navarro Durán.
No hay comentarios:
Publicar un comentario